Mi bolígrafo ha comenzado a viajar a través de la página supeditada a los misterios de las rutas del Budô Taijutsu. Como nos dice el hermoso y asombroso mensaje del Sol que vimos durante el Taikai de Tucson en Arizona (USA). Un círculo sagrado ¿o podría ser escrito como una paz sagrada (círculo=wa=armonía)?
Como sabes, he sido un privilegiado al recibir la transmisión de las nueve escuelas de caminos marciales de Takamatsu Sensei de Kashiwara City, prefectura de Nara—un lugar dedicado al Emperador Jinmu. Más tarde, probablemente alrededor de Shôwa 34 (1959), comencé a aparecer ante la masa como el único Ninja en Japón.
Desde hace 36 años he sido constante con la forma Ninja del Budô, pero ahora que la Bujinkan ha llegado a convertirse en una entidad global, esto no sería más que el viento de la sombra de las artes marciales soplando desde el pasado. He sido inspirado por el círculo sagrado del sol que vimos en el cielo sobre el Taikai de Tucson y he decidido denominar a la unión de todas las escuelas – Shinden Fudô-ryû, Kukishin-ryû, Takagi-ryû, Gyokko-ryû, Koto-ryû, Gikan-ryû, Togakure-ryû, Kumogakure-ryû y Gyokushin-ryû – por el nombre común de “Budô Taijutsu”.
Revisemos primeramente la historia del Taijutsu. En la era antes de que los humanos despertaran a los métodos o técnicas, probablemente luchaban entre ellos usando la fuerza bruta y la lucha tipo “grecorromana” (kumi-uchi). Esto parece bastante razonable si se observa como luchan los animales. Si nos trasladamos a la era de las armas de madera o formas instintivas de combate tales como el lanzamiento de piedras, en el periodo Tokugawa, las técnicas con armas habían aumentado a unas 120 variedades. Al final del periodo Tokugawa, las escuelas de artes marciales se habían dividido en casi 3.000. El taijutsu fue denominado de diversas formas dependiendo del periodo y de la zona geográfica. Lo que en la actualidad se conoce como “Técnicas de Combate” (Katutôgo) o “Artes Marciales” solían ser denominadas Kumi-uchi, Dakenjutsu, Daken-taijutsu, Kosshi-jutsu, Koppô-jutsu, Ninpô Taijutsu, Jûjutsu, Jûtai-jutsu, Yawara, Kenpô, Karate Kenpô, Ryûkyû kempô, Tengu Tobikiri-jutsu, etc…
En los últimos años he estado enseñando armas y Taijutsu. Esto significa entrar en la fase más importante del entrenamiento de un artista marcial. Cuando existe un verdadero maestro de la tradición, la cual se sitúa en los cambios corporales, utilizan armas y Taijutsu para revelar fenómenos milagrosos. Quizás sea el “camino moderno”,
pero los entusiastas que no conocen este Bufû enseñan bajo la concepción errónea de que los caminos marciales están basados en la obtención de grados Kyû o grados Dan, basados en “ para Shôdan necesitas esta técnica, para este kyû o aquel kyû necesitas aquella técnica” . Omote-gyaku en un grado Kyû, un Shôdan y un Décimo Dan, tendrán
grandes diferencias en el nivel de habilidad de cada uno de ellos con esta misma técnica.
Estoy seguro que esto te ayudará a comprender la tontería de tener un sistema unificado. No obstante, el hecho es que son necesarios algunos criterios o aspectos comunes para que un Shugyôsha se traslade a través del proceso de entrenamiento. Por ejemplo, lo que deberían enseñar para un Shôdan o para un cierto nivel Dan. Por esto me gustaría que despertaras a este aspecto y lo comprendieras correctamente y de esta forma pudieras obtener algunas conclusiones acerca de la verdadera naturaleza de los grados.
Para entender todo el trabajo técnico que engloban las artes marciales Bujinkan debes encontrar un buen maestro, y usar plenamente tu cuerpo y tu mente para ayudar al Budô a entrar dentro de la propia necedad y la debilidad del cuerpo de una manera correcta, no existe otra forma. Entonces, una vez has despertado a tu propia necedad y debilidad material, necesitas hacer un esfuerzo y tener el coraje de arrojarlo lejos de ti. Una vez has descartado la necedad y la debilidad, el verdadero corazón marcial (Bushin) dejará entrar tu espíritu, y te convertirás en un Bushin o cuerpo marcial (Butai), y una persona de Bumyô (misterio marcial) para llegar a ser visible.
Debo decirles, una vez más, a aquellos que entrenan en las artes marciales Bujinkan: “Si no pueden convertir el Budô en un tesoro de corazón para sus vidas, deben dejar las artes marciales Bujinkan”.
7 de Julio de 1.995.
Sôke Hatsumi Masaaki
Hisamune
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